sábado, 10 de marzo de 2018

El Medico venezolano 10 de marzo 2018

Hoy 10 de marzo se conmemora en Venezuela el Día del Médico en homenaje a José María Vargas, médico, político, primer presidente civil que tuvo Venezuela.
Como médico venezolano he cambiado la palabra celebrar por conmemorar, ya que desde hace 18 años el gremio o nuestra profesión no tiene nada que celebrar.
La profesión de médico en Venezuela es una de las más vilipendiada, golpeada y maltratada por el régimen que gobierna al país desde hace 19 años.
Nuestra profesión ha tratado de ser eliminada de hecho y de derecho cuando se ha impuesto al país y a los venezolanos unas figuras que buscaban la defenestración de los profesionales de medicina.
Se creó un sistema paralelo de funcionamiento del sector público construido sobre la destrucción parcial de la infraestructura, que mal que bien venía avanzando en el sector. Ambulatorios recién construidos o rehabilitados fueron destruidos para dar paso a una infraestructura ideada por personeros que no tenían la mera idea de la idiosincrasia del venezolano.
Se creó una carrera que pretendió emular la del Médico Cirujano venezolano, pero sin cubrir las experiencias, conocimientos y aprendizaje que nos llevó a recibirnos con ese título.
De esta pretensión han sido protagonistas de manera lamentable colegas médicos formados en nuestras universidades quienes en muchas ocasiones han sido promotores de exposición al escarnio público en diferentes instituciones de salud del país. A pesar de todo, la intención de desaparecer al médico venezolano ha sido imposible de cumplir.
El sistema paralelo de salud está igual o peor que el llamado por el régimen sistema tradicional. Hoy ambos en el suelo. Los profesionales graduados con el título de médicos integrales comunitarios, hoy al igual que los médicos cirujanos han levantado su voz de protesta ante la calamidad que invade y destruye a nuestro país.
La falta de insumos, medicamentos y otros materiales utilizados para la prestación del servicio a usuarios y pacientes han pretendido achacarlas a los profesionales de la medicina y otros trabajadores del sector. Muchos de los representantes del gobierno en las instituciones públicas se han convertido en inquisidores, jueces y verdugos cuando han promovido, alentado y aplaudido los ataques verbales y hasta físicos que han ocurrido a nuestros médicos.
Nuestros médicos han sido acallados brutalmente con amedrentamientos, amenazas y en ocasiones hasta lesiones físicas, por el hecho de protestar o denunciar ante las autoridades y organismos competentes la grave situación que se vive en las instituciones.
Hoy día el médico venezolano ha sido depauperado. Desde los que inician su profesión, hasta connotados especialistas. El resentimiento social impulsado por el gobierno generó como objetivo el doblegar al médico a quien se hace ver como un privilegiado en el país. Muchos familiares o pacientes ven en el médico a un enemigo en lugar de ver a la persona que hace lo imposible por brindarle un poquito de salud trabajando sin herramientas hasta con las uñas.
La mayoría de nuestros médicos venezolanos son excluidos de muchos “beneficios sociales” por el simple hecho de ser médicos o por no doblegarse totalmente a la humillación de hacer una cola para sacarse un carnet que lo acredite como algo que no es.
Hoy día nuestros médicos no pueden actualizarse, es imposible con los salarios actuales ni siquiera suscribirse a una revista especializada, mucho menos ir a algún congreso para mejorar su capacitación.
Y es que no podía esperarse otra cosa. El médico como ser humano, es pueblo parido por el pueblo, sufre al igual que cualquier paciente. Siente dolor igual o peor que ellos, porque lo vive en el día a día y en las noches de insomnio.
Hoy vemos al igual que muchas personas, médicos por las redes sociales o por mensajes telefónicos solicitando ayudas para conseguir algún medicamento necesario porque nuestros médicos también se enferman.
Hoy día nuestros médicos no ven en el horizonte un futuro para ellos ni para sus hijos y al igual que millones de venezolanos están emigrando a otros países donde ya están haciendo una labor que les es reconocida por esos pobladores.
Hoy día el chorro de vida que expulsa nuestro país con la ida de miles de profesionales ha generado un desgarro vital que no tiene retorno a la mejoría, y quienes nos quedamos nos sentimos sin capacidad para taponar o hacer flejar ese sangrado. Se agrava el paciente y no contamos con los insumos ni medicamentos necesarios para salvarlo, pero quienes nos quedamos, jóvenes tercos o quienes ya estamos de salida continuamos dando lo mejor para ver una mejoría; sin embargo al igual que el resto de la población sufrimos los embates de la hiper super inflación galopante y vemos como la desnutrición y otras enfermedades carenciales nos atacan en todos los niveles.
Son los pobres quienes sufren, hoy todos somos pobres.
Sin embargo, haciendo de tripas corazón, nos levantamos en nuestro dolor y continuamos trabajando por una esperanza, cual es la de que un día Venezuela será un país para todos, un país donde podamos convivir de nuevo como hermanos. Y ese día llegará más temprano que tarde y aunque sea uno de quienes nos quedamos debe abrir las puertas a los hijos pródigos, a quienes tuvieron que salir, pero que regresaran para la reconstrucción de Venezuela.
Valera, 10 de marzo 2018.
Virgilio Vásquez.
Médico Cirujano egresado de La Ilustre Universidad del Zulia 1985
Médico Especialista en Administración Sector Salud. PAS LUZ 1994
Adscrito al Servicio Epidemiología Hospital Universitario Dr. Pedro Emilio Carrillo.

@oiligrivv - vasquezvirgilio.blogspot.com.

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